Lunes de la 24ª semana del t.o.
1. Abro el corazón a Dios.
Puede servir la repetición de alguna oración breve:
"Gracias Señor porque estás siempre a mi lado",
"Ayúdame a sentir tu cercanía",
"Quiero estar contigo, Jesús".
2. Lectura del Evangelio. Escucho.
San Lucas 7, 1-10
En aquel tiempo, cuando terminó Jesús de hablar
a la gente, entró en Cafarnaum. Un centurión tenía enfermo, a punto de
morir, a un criado a quien estimaba mucho. Al oír hablar de Jesús, le
envió unos ancianos de los judíos para rogarle que fuera a curar a su
criado. Ellos, presentándose a Jesús, le rogaban encarecidamente:
"Merece que se lo concedas, porque tiene afecto a nuestro pueblo y nos
ha construido la sinagoga". Jesús se fue con ellos. No estaba lejos de
la casa, cuando el centurión le envió unos amigos a decirle: "Señor, no
te molestes; no soy yo quién para que entres bajo mi techo; por eso
tampoco me creí digno de venir personalmente. Dilo de palabra, y mi
criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo
soldados a mis órdenes, y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y
viene; y a mi criado: "Haz esto", y lo hace". Al oír esto, Jesús se
admiró de él, y, volviéndose a la gente que lo seguía dijo: "Os digo que
ni en Israel he encontrado tanta fe". Y al volver a casa, los enviados
encontraron al siervo sano.
3. Reflexiono y rezo. Respondo.
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?
"Ni en Israel he encontrado tanta fe". La fe en Jesucristo es la nota
que define nuestro ser cristiano. Tener fe no es sólamente creer que
Dios existe, o que Jesús es el Hijo de Dios. Para los cristianos tener
fe es creer que Jesús puede curarme, puede salvarme, puede hacerme
plenamente feliz. ¿Has sentido alguna vez la alegría de sentirte curado
por Jesús? ¿deseas con todo el corazón revivir esta experiencia o
experimentarla por primera vez? Adelante. Ten fe. Reza. Busca a Jesús en
la oración, en tus hermanos. Está deseando curarte de eso que tanto te
pesa.
"Creo Señor, pero aumenta mi fe"
La fe no nos
encierra, nos hace abiertos, solidarios. Aquel centurión no pidió para
él, pidió para un criado, intercedió por él. Interceder es rezar por el
otro, trabajar por el otro, dar la cara por el otro, dar voz a los que
no tienen voz. Hay muchas personas que necesitan tu intercesión.
"Gracias Señor por las personas que interceden por mi"
"Gracias Padre por las personas que interceden por los más pobres"
"No dejes nunca Señor que me ahogue en mis problemas"
"Te pido Señor por ... y dame fuerza para trabajar por él"
Yo creo en Ti, Señor, y te doy gracias de corazón,
pero aumenta mi fe, porque a veces me envuelven las dudas.
Señor, haz que mi fe sea plena,
que sepa abrirte mis pensamientos y sentimientos y acciones,
mi pasado, mi presente y mi futuro, sin reservas.
Señor, haz que mi fe sea coherente,
que acepte las renuncias y los deberes que comporta
y sepa hacerla vida en cada momento de mi vida.
Señor, haz que mi fe sea fuerte,
que madure ante la contradicción de los problemas,
que encuentre cimiento más firme ante quienes la rechazan.
Señor, haz que mi fe sea alegre,
al saber y sentir que tu amor me envuelve,
al descubrir en cada persona la huella de tu gloria.
Señor, haz que mi fe sea activa
que sepa verte en los pobres y en cuantos me necesitan
y sepa avanzar por el camino de servicio y la entrega.
Señor, haz que mi fe sea humilde.
Porque estoy envuelto en debilidades,
que apoye mi fe en la fe de los hermanos, en la fe de la Iglesia.
Señor, haz que mi fe sea contagiosa,
a través de mis palabras, mi sonrisa y mi vida entera.
Que sepa transmitir, Señor, que Tú eres lo mejor que me ha pasado.
Amén.
4. Termino la oración
Doy gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...
Le pido que me ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio
Me despido rezando el Padre Nuestro u otra oración espontánea o ya hecha.