domingo, 7 de enero de 2024

Domingo, 7 de enero de 2024. Bautismo del Señor

 Bautismo del Señor B

1. Abro el corazón a Dios.
Puede servir la repetición de alguna oración breve:
     "Gracias Señor porque estás siempre a mi lado",
     "Ayúdame a sentir tu cercanía",
     "Quiero estar contigo, Jesús".

2. Lectura del Evangelio. Escucho.
San Marcos 1,  6b‑11.

En aquel tiempo proclamaba Juan:
— Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco ni agacharme para desatarle las sandalias.
Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.
Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán.
Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar bacía él como una paloma. Se oyó una voz del cielo:
—Tú eres mi Hijo amado, mi preferido.

3. Reflexiono y rezo. Respondo. 
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?

A. Jesús no necesita el bautismo de Juan. Los dos lo saben bien. Sin embargo, Jesús se hace bautizar para cumplir lo que Dios quiere. ¿qué te dice esta actitud de Jesús? ¿qué le dices?

B. El Padre desde el cielo proclamó: "Este es mi Hijo, mi preferido". Jesús es hombre como nosotros, pero también es el Hijo, el Hijo de Dios, Dios mismo. No podemos pensar que Jesús sólo es un hombre excepcional, ejemplar.
Estas palabras también tienen que resonar en nuestro corazón. Dios Padre nos dice continuamente: "Tú eres mi hijo", "Tú también eres mi preferido", porque el  amor de Dios es tan grande que puede amarnos a todos con predilección. Escuchemos en nuestro interior estas palabras del Padre.

C. Si Dios te repite "Tú eres mi hijo" ¿cuál es tu respuesta?
     "Tú eres mi Padre, nada me puede faltar"