Jueves de la 15ª semana del t.o.
1. Abro el corazón a Dios.
Puede servir la repetición de alguna oración breve:
"Gracias Señor porque estás siempre a mi lado",
"Ayúdame a sentir tu cercanía",
"Quiero estar contigo, Jesús".
2. Lectura del Evangelio. Escucho.
San Mateo 11, 28-30
En aquel tiempo, Jesús exclamó: "Venid a mí todos los que estáis
cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de
mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro
descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera".
3. Reflexiono y rezo. Respondo.
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?
Orar no sólo es hablar con Jesús, orar es estar con Él. Estar con Él y
descansar de las fatigas, de los agobios, del cansancio. Orar es
presentar a Dios nuestra vida y, en silencio, dejar que Él sea alivio y
consuelo.
A veces tenemos la impresión de que ser cristiano es una carga pesada,
difícilmente aguantable. Sin embargo, Jesús hoy nos dice lo contrario:
“mi yugo es llevadero y mi carga ligera”. Es cierto, cualquier dios al
que nos acerquemos nos exigirá más y nos dará menos. Pensemos por un
momento qué ofrece y que pide el dios-placer, el dios-poder, el
dios-dinero...
“Señor, sólo tú tienes palabras de vida eterna”
“Danos sabiduría para cargar sólo con tu yugo y tu carga”
A veces creemos que Dios sólo nos pide COMPROMISO, pero en muchas ocasiones nos ofrece también DESCANSO:
Sólo en Dios descansa mi alma,
porque de él viene mi salvación;
sólo él es mi roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré.
Descansa sólo en Dios, alma mía,
porque él es mi esperanza;
sólo él es mi roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré.
Pueblo suyo, confiad en él,
desahogad ante él vuestro corazón,
que Dios es nuestro refugio.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Salmo 61
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Los que estáis arruinados,
los que habéis fracasado
ante los demás y ante vosotros,
los que sólo portáis miseria,
los que no valéis para quienes seleccionan
ni contáis para quienes mandan,
los olvidados fuera de las campañas,
los que sólo recibís golpes,
los últimos, los parias,
los nadie de la historia...
venid a mí, que quiero cobijaros
a la sombra de mis alas.
Los marginados de todo lo bueno,
los humillados por uno u otro motivo,
los sin recursos humanos y económicos,
los que os tenéis que vender cualquier precio
y sois moneda devaluada en todo momento,
los que os habéis quedado sin techo
y dormís en la calle entre cartones,
los que solo tenéis deudas y desahucios,
los cansados y agotados de vivir
y de escuchar siempre lo mismo...
venid a mí, que soy vuestro refugio,
y me complace vuestro descanso.
Niños de la calle y de nadie,
inmigrantes a la deriva,
parados al sol, cabizbajos,
enfermos sin tratamiento,
ancianos apartados,
jóvenes a la deriva,
los no reconocidos como ciudadanos,
los tristes y agobiados,
personas que sufrís violencia,
todos los que no sois queridos ni echados en falta ...
venid a mí, que soy vuestra libertad,
y recobrad vuestra dignidad.
Hambrientos de pan y de justicia,
de dignidad y de respeto,
de salud y de ternura,
de paz y de buenas noticias,
de vida y de felicidad...
sedientos de ternura y caricias,
de roce y compañía,
de abrazos y protestas,
de vino y fiesta,
de casa y mesa.
de la dignidad vuestra...
venid a mí, y saciad vuestra hambre y sed
sin miedo y sin falsos respetos.
Todos lo que sentís la vida,
día a día, como una pesada carga:
los rechazados,
los perseguidos,
los olvidados,
los excluidos,
los extranjeros,
los sin papeles,
los que sólo tenéis seguro que sois pobres,
gente sin voz, sin prestigio, sin nombre...
venid a mí, descargad vuestros fardos,
comed, bebed y descansad.
¡Todo lo que soy y tengo es vuestro!
Florentino Ulibarri
4. Termino la oración
Doy gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...
Le pido que me ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio
Me despido rezando el Padre Nuestro u otra oración espontánea o ya hecha
jueves, 18 de julio de 2024
Jueves, 18 de julio 2024
miércoles, 17 de julio de 2024
Miércoles, 17 de julio 2024
Miércoles de la 15ª semana del t.o.
1. Abro el corazón a Dios.
Puede servir la repetición de alguna oración breve:
"Gracias Señor porque estás siempre a mi lado",
"Ayúdame a sentir tu cercanía",
"Quiero estar contigo, Jesús".
2. Lectura del Evangelio. Escucho.
San Mateo 11, 25-27
En aquel tiempo, Jesús exclamó: "Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y
tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y
se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido
mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que
el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo
se lo quiera revelar".
3. Reflexiono y rezo. Respondo.
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?
Jesús reza, da gracias por las maravillas que el Padre hace en el
corazón de los sencillos. Hoy Dios sigue haciendo milagros en la vida de
muchas personas. Pedimos luz para descubrir y un corazón que sepa
agradecer.
Dios quiere bendecir a todos, pero sólo los que tienen un corazón de
pobre, humilde, sólo puede entrar en la vida de los que han apartado de
su horizonte el orgullo, la autosuficiencia, la soberbia... Como diría
San Pablo, la fuerza de Dios se muestra perfecta en nuestra debilidad.
“Señor, haznos pobres y sencillos”
“Gracias por mostrarnos la grandeza de lo pequeño”
Sólo a través de Jesús podemos conocer a Dios; y sólo conociendo y
amando a Dios podemos ser felices. En cualquier momento y circunstancia
podemos encontrar a Jesús, pero hay “lugares” donde su presencia es como
más densa: la Eucaristía, su Palabra, los pobres, la comunidad
cristiana.
¿Qué te dice Dios? ¿Qué le dices?
Jesús da gracias por esas personas sencillas que acogen su mensaje de amor. Nos unimos a su oración de alabanza...
Te damos gracias, Padre, por las personas que gozan del don de la fe, y confían en Ti aunque caminen en tinieblas.
Te
damos gracias, Padre, por las personas que reconocen y lloran sus
pecados, y tienen un corazón compasivo con los que se equivocan.
Te damos gracias, Padre, por las personas que se entregan a Ti y con alegría ofrecen todo lo que tienen a los hermanos.
Te
damos gracias, Padre, por las personas de espíritu sencillo, que no
conocen el temor que acobarda, ni la vergüenza que retiene.
Te damos gracias, Padre, por las personas que saben descubrirte y disfrutarte en la presencia de las personas y las cosas.
Te
damos gracias, Padre, por las personas que viven la existencia como
peregrinos, y a la luz de la fe, caminan en busca de la patria mejor,
definitiva y verdadera.
Te damos gracias, Padre, por las personas...
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Quién puede pagar la luz del sol que alumbra cada día,
el gozo de una madre al dar a luz,
la chispa de ese amor que no vacila,
la lucha inagotable por ser ‘tú’.
Quién puede comprar la mueca de ese rostro que sonríe,
la brisa que te roza al caminar,
la firme decisión de ser humilde,
los ojos con que aún puedes mirar.
Quién puede poner precio a esa mano que acaricia,
al ‘te quiero’ que me sale sin querer,
al instante que devuelve la esperanza,
al encuentro que te vuelve del revés.
Quién puede saldar el cielo azul que ves tras tu ventana,
el esfuerzo de esa niña por leer,
el cansancio de esa vida jubilada,
la oración de aquel que pide sin creer.
Seve Lázaro, sj
4. Termino la oración
Doy gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...
Le pido que me ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio
Me despido rezando el Padre Nuestro u otra oración espontánea o ya hecha.
martes, 16 de julio de 2024
Martes, 16 de julio 2024. Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo
Martes de la 15ª semana del t.o.
1. Abro el corazón a Dios.
Puede servir la repetición de alguna oración breve:
"Gracias Señor porque estás siempre a mi lado",
"Ayúdame a sentir tu cercanía",
"Quiero estar contigo, Jesús".
2. Lectura del Evangelio. Escucho.
San Mateo 11, 20-24
En aquel tiempo se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había
hecho casi todos sus milagros, porque no se habían convertido: "¡Ay de
ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran
hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían
convertido, cubiertas de sayal y ceniza. Os digo que el día del juicio
les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. Y tú, Cafarnaúm,
¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo. Porque si en Sodoma se
hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy. Os digo
que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti".
3. Reflexiono y rezo. Respondo.
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?
En Corazaín y en Betsaida Jesús había hecho la mayor parte de sus
milagros. Sin embargo, sus habitantes tenían el corazón endurecido. No
reconocieron las maravillas que Jesús hizo y, por consiguiente, no se
convirtieron.
Este evangelio es una llamada a reconocer todo lo que Dios ha hecho por
nosotros, por nuestras comunidades y grupos, por nuestra familia... y a
vivir de acuerdo con el don recibido, a mostrar nuestro agradecimiento
en la oración y con la vida
¿Qué te dice Dios? ¿Qué le dices?
Yo se que me quieres, Señor, porque eres bueno.
Porque tienes un corazón sensible, perdóname;
limpia mi vida de todos mis pecados
y de mis continuas caídas, levántame.
Que alegría tan grande saber que eres mi Padre,
y que juzgas a todos con misericordia.
Dame tu abrazo de perdóny tu amor cambiará mi corazón,
sé mi amigo y caminaré siempre en tu presencia.
Devuélveme el gozo y la alegría,
que toda mi vida salte de gozo.
Somos amigos: olvida el mal que hice,
ayúdame con tu amistad a renovarme
y haz que nunca más me separe de Ti .
Que nazca en mí, como una fuente, un corazón puro,
y que una voluntad firme crezca en mi.
Quiero ver tu rostro alegre a mi lado,
que tu fuerza me acompañe siempre,
Señor, dame alegría de tu salvación
y un corazón generoso para amarte toda la vida.
Les diré a mis amigos que tus caminos son formidables,
y a los que pecan sin conocerte, lo bueno que Tú eres.
Dame vida, pues yo amo el vivir,
Tú que eres el Dios de la Vida,
y con ella diré a las gentes
que contigo todo es posible.
Abre mi corazón y mis labios
para decirte cuánto te quiero.
Ya sé que no te contentas con poco
y que no quieres de mí palabras vacías.
Lo que me pides es un corazón arrepentido;
un corazón sincero y noble es lo que quieres.
Sé bueno conmigo y con los otros
y fortalece nuestras vidas indefensas.
A Ti te ofrecemos nuestra vida cada día,
todo lo que somos y tenemos, todo es tuyo.
Devuélvenos, te lo pedimos, el gozo y la alegría, y
toda nuestra vida salte hoy en fiesta.
Somos amigos:
olvida el mal que hemos hecho
y ayúdanos con tu amistad a convertirnos.
4. Termino la oración
Doy gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...
Le pido que me ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio
Me despido rezando el Padre Nuestro u otra oración espontánea o ya hecha.
lunes, 15 de julio de 2024
Lunes, 15 de julio 2024. San Buenaventura
Lunes de la 15ª semana de tiempo ordinario
1. Abro el corazón a Dios.
Puede servir la repetición de alguna oración breve:
"Gracias Señor porque estás siempre a mi lado",
"Ayúdame a sentir tu cercanía",
"Quiero estar contigo, Jesús".
2. Lectura del Evangelio. Escucho.
San Mateo 10, 34-11,1
En aquel tiempo dijo Jesús a sus apóstoles: "No penséis que he venido a
la tierra a sembrar paz: no he venido a sembrar paz, sino espadas. He
venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la
nuera con su suegra; los enemigos de cada uno serán los de su propia
casa.
El que quiera a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí;
el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí; y
el que no coge su cruz y me sigue, no es digno de mí. El que encuentre
su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí, la encontrará. El
que os recibe a vosotros, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al
que me ha enviado; el que recibe a un profeta porque es profeta, tendrá
paga de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo, tendrá paga
de justo. El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua
fresca, a uno de estos pobrecillos, sólo porque es mi discípulo, no
perderá su paga, os lo aseguro".
Cuando Jesús acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en sus ciudades.
3. Reflexiono y rezo. Respondo.
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?
Nos extrañan las palabras del Evangelio de hoy. Parece mentira que Jesús
anuncie que ha venido a traer guerras y división. ¿No se ha dicho
siempre que Él es el príncipe de la paz y que su Reino es de la
fraternidad? Es cierto, pero hasta que llegue esa paz y esa fraternidad a
los seguidores de Jesús esperan muchas dificultades, muchos rechazos:
- No es raro que los jóvenes llamados para ser religiosos o
sacerdotes se enfrenten duramente con sus padres, con sus familias, con
sus amigos.
- A lo largo de la historia muchos mártires han sido asesinados por buscar la paz, la justicia, la fraternidad.
- En nuestros ambientes tampoco es fácil ser cristiano, ser coherente.
“Señor, haznos fuertes para ser fieles en la lucha por tu Reino”
“También nosotros castigamos al que da la cara. Perdónanos”
“Gracias por el testimonio de los mártires,
de los que dan la vida por ti, por tu Reino, por la paz”
Estamos llamados a acoger a los profetas, a los que actúan y hablan en
nombre de Jesús. No quedaremos sin recompensa. Acoger a un profeta es
acoger a Jesús, acoger su salvación, disfrutar de la vida que Él nos
trae.
“Enséñanos a reconocer y a acoger a tus profetas”
Jesús,
nos has dicho: "Quién quiera guardarse su vida, la perderá; y quién la
gaste por Mí, la recobrará en la vida eterna". Pero a nosotros nos da
miedo gastar la vida, entregarla sin reservas. Un terrible instinto de
conservación nos lleva hacia el egoísmo, y nos atenaza cuando queremos
jugarnos la vida. Tenemos seguros por todas partes para evitar los
riesgos. Y sobre todo está la cobardía...
Señor
Jesucristo, nos da miedo gastar la vida. Pero la vida Tú nos la has
dado para gastarla; no se la puede economizar en estéril egoísmo. Gastar
la vida es trabajar por los demás, aunque no paguen; hacer un favor al
que no lo va a devolver; gastar la vida es lanzarse aun al fracaso, si
hace falta, sin falsas prudencias; es quemar las naves en bien del
prójimo.
Somos
antorchas que sólo tenemos sentido cuando nos quemamos; sólo entonces
seremos luz. Líbranos de la prudencia cobarde, la que nos hace evitar el
sacrificio y buscar la seguridad. Gastar la vida no se hace con gestos
ampulosos y falsa teatralidad. La vida se da sencillamente, sin
publicidad, como el agua de la vertiente, como la madre da el pecho a su
bebé, como el sudor humilde del sembrador.
Entrénanos,
Señor, ayúdanos a lanzarnos a lo imposible, porque detrás de lo
imposible está tu gracia y tu presencia; no podemos caer en el vacío. El
futuro es un enigma, nuestro camino se interna en la niebla; pero
queremos seguir dándonos, porque Tú estás esperando en la noche, con mil
ojos humanos rebosando lágrimas.
4. Termino la oración
Doy gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...
Le pido que me ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio
Me despido rezando el Padre Nuestro u otra oración espontánea o ya hecha
domingo, 14 de julio de 2024
Domingo, 14 de julio 2024
Domingo de la 15ª semana del t.o. B
1. Abro el corazón a Dios.
Puede servir la repetición de alguna oración breve:
"Gracias Señor porque estás siempre a mi lado",
"Ayúdame a sentir tu cercanía",
"Quiero estar contigo, Jesús".
2. Lectura del Evangelio. Escucho.
San Marcos 6, 7-13
En
aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos,
dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que
llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan ni alforja, ni
dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de
repuesto.
Y añadió: quedaos en la casa donde entréis, hasta que
os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al
marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa.
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.
3. Reflexiono y rezo. Respondo.
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?
Los fue enviando: Poco a poco, pero a todos, Dios nos llama. Nos
agrupa en torno al amor de Dios y al amor mutuo. Y enseguida, nos envía a
todos: sacerdotes, religiosos y laicos. La misión es parte esencial de
nuestra pertenencia a la Iglesia.
Señor, me doy cuenta que
todo lo que me pides es un simple ‘sí’, un simple acto de confianza para
que, de ese modo, la elección que tú haces por mí dé frutos en mi vida.
No
quiero estar tan ocupado con mi forma de vivir, mis planes y proyectos,
mis parientes, amigos y conocidos, que no me dé cuenta siquiera de que
Tú estás conmigo, más cerca que ningún otro. No quiero ser ciego a los
gestos de amor que vienen de tus manos, ni sordo a las palabras amorosas
que vienen de tu boca. Quiero verte cuando caminas conmigo y escucharte
cuando me hablas.
Henry Nouwen
De dos en dos. O sea, en
comunidad. Los medios materiales se reducen a los imprescindibles. Todo
está centrado en la fuerza del que envía, Jesús; en los que caminan
juntos, que se ayudarán, y en la gente a la que se envía, con la que
hemos de formar nuevas comunidades de amor, de vida compartida.
Señor, Jesús, haznos una comunidad abierta,
confiada y pacífica, invadida por el gozo de tu Espíritu Santo.
Una comunidad entusiasta, que sepa cantar a la vida,
vibrar ante la belleza, estremecerse ante el misterio
y anunciar el Reino del amor.
Que llevemos la fiesta en el corazón
aunque sintamos la presencia del dolor en nuestro camino,
porque sabemos, Cristo resucitado,
que Tú has vencido el dolor y la muerte.
Que no nos acobarden las tensiones
ni nos ahoguen los conflictos que puedan surgir entre nosotros,
porque contamos -en nuestra debilidad-
con la fuerza creadora y renovadora de tu Espíritu Santo.
Regala Señor, a esta familia tuya,
una gran dosis de buen humor,
para que sepa desdramatizar las situaciones difíciles
y sonreír abiertamente a la vida.
Haznos expertos en deshacer nudos y en romper cadenas,
en abrir surcos y en arrojar semillas,
en curar heridas y en mantener viva la esperanza.
Y concédenos ser, humildemente,
en un mundo abatido por la tristeza,
testigos y profetas de la verdadera alegría.
Aquí,
estoy, Señor, ¡envíame! Necesito sencillez, humildad, amor a mis
hermanos (la Iglesia, mi parroquia, etc...), y una conciencia creciente
de todas las necesidades que tiene hoy nuestro mundo. "En tu nombre,
iré".
4. Termino la oración
Doy gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...
Le pido que me ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio
Me despido rezando el Padre Nuestro u otra oración espontánea o ya hecha.
sábado, 13 de julio de 2024
Sábado, 13 de julio 2024
Sábado de la 14ª semana del t.o.
1. Abro el corazón a Dios.
Puede servir la repetición de alguna oración breve:
"Gracias Señor porque estás siempre a mi lado",
"Ayúdame a sentir tu cercanía",
"Quiero estar contigo, Jesús".
2. Lectura del Evangelio. Escucho.
San Mateo 10, 24-33
En aquel tiempo dijo Jesús a sus apóstoles: "Un discípulo no es más que
su maestro, ni un esclavo más que su amo; ya le basta al discípulo con
ser como su maestro, y al esclavo como su amo. Si al dueño de la casa lo
han llamado Belzebú, ¡cuanto más a los criados! No les tengáis miedo,
porque nada hay cubierto que no llegue a descubrirse; nada hay escondido
que no llegue a saberse. Lo que os digo de noche, decid-lo en pleno día,
y lo que os digo al oído, pregonad lo desde la azotea. No tengáis miedo a
los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No, temed al que
pueda destruir con el fuego alma y cuerpo. ¿No se venden un par de
gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo, ni uno solo no cae al suelo
sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros, hasta los cabellos de
la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo; no hay comparación
entre vosotros y los gorriones.
Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su
parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo
también lo negaré ante mi Padre del cielo".
3. Reflexiono y rezo. Respondo.
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?
Conocemos bien la historia de Jesús. Hemos leído muchas veces el
Evangelio. Ya no nos sorprende que a Jesús lo llamaran Belzebú por
expulsar demonios, y que a cambio de una vida entregada a los demás le
dieran una cruz, tres clavos y una muerte cruel.
Sin embargo, nos sorprende mucho que cuando nos decidimos a hacer algo
por la parroquia, por los pobres, por la comunidad de vecinos...
comenzamos a recibir críticas injustas, malas caras, desprecios. Jesús
nos advierte de esta realidad, para que no nos coja desprevenidos.
Pero, sobre todo, nos llama a la confianza. Dios cuida de nosotros, nos
ama con todo el corazón. Ni siquiera se cae un cabello de nuestra cabeza
sin que Dios lo permita. Es nuestro mejor seguro. Nunca nos fallará
¿Cómo te sientes cuando pagan tu compromiso con desprecios?
Pedimos a Dios que nos conceda ser fieles a la misión en esos momentos.
Damos gracias a Dios porque está siempre pendiente de nosotros.
Pedimos perdón por nuestra falta de confianza.
Puede que un día, el fichero de mis amistades esté vacío, lleno de tachaduras o sin nombres dignos de confianza.
Puede que un día, todos los teléfonos de mi agenda se encuentren comunicando y nadie responda a mis llamadas.
Puede que se hayan borrado las memorias en los bancos de datos, donde se escribieron las promesas en las que un día confié.
Puede
que mi propia calculadora personal deje de funcionar y no encuentre un
técnico del amor y la alegría capaz de arreglar sus entresijos...
Puede
que todo esté negro y oscuro, y que yo ande a la deriva, con la
inseguridad a flor de piel, nadando en la incertidumbre y sin recuerdos
de Tí.
Pero si entonces, o ahora, o cualquier día, olvido tu número de teléfono y te necesito,
estoy seguro que, aún sin marcar las cifras, sonará tu respuesta, Señor, porque TÚ ERES FIEL.
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Gracias por poner luz en ese ángulo siempre oscuro
de mi mirada y de mi amor.
por la invitación, ¡siempre extraña!, a que en mi vida entren todos,
los buenos y los que todavía no saben que lo son.
Con el paso del tiempo voy aprendiendo que el verdadero amor,
a menudo, es un sendero donde el camino se corta.
Pero hoy, es por ahí, por donde quiero buscarte,
y hacerlo sin miedo a que después de intentarlo
tenga que darme la vuelta y ver que, de nuevo,
pudo en mí más el miedo al otro que la confianza en Ti.
¡Arráncame ese miedo, Señor!
Esconde mi cabeza en tu regazo
hasta aprender a amar con tus entrañas.
Clávame en esa cruz de perdón y de vida
en la que, hasta el ladrón, puede encontrar su paraíso.
Severino Lázaro, sj
4. Termino la oración
Doy gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...
Le pido que me ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio
Me despido rezando el Padre Nuestro u otra oración espontánea o ya hecha.
viernes, 12 de julio de 2024
Viernes, 12 de julio de 2024
Viernes de la 14ª semana del t.o.
1. Abro el corazón a Dios.
Puede servir la repetición de alguna oración breve:
"Gracias Señor porque estás siempre a mi lado",
"Ayúdame a sentir tu cercanía",
"Quiero estar contigo, Jesús".
2. Lectura del Evangelio. Escucho.
San Mateo 10, 16-23
En aquel tiempo dijo Jesús a sus apóstoles: "Mirad que os mando como
ovejas entre lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos
como palomas. Pero no os fiéis de la gente, porque os entregarán a los
tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante
gobernadores y reyes por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y
ante los gentiles. Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a
decir o de cómo lo diréis; en su momento se os sugerirá lo que tenéis
que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro
Padre hablará por vosotros.
Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a
los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres y los matarán. Todos
os odiarán por mi nombre: el que persevere hasta el final, se salvará.
Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra. Creedme, no terminaréis
con las ciudades de Israel antes de que vuelva el Hijo del hombre".
3. Reflexiono y rezo. Respondo.
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?
Para evangelizar hay que ser sencillos como palomas y astutos como
serpientes. La sencillez y la astucia no están reñidas. Es más, se
necesitan mutuamente. La sencillez sin astucia produce pocos frutos. La
astucia sin sencillez produce malos frutos.
La astucia exige poner en marcha la inteligencia antes y después de
actuar, conlleva analizar la situación en la que nos encontramos, buscar
las estrategias y las ayudas más adecuadas, analizar los resultados
obtenidos... Sin embargo ¡que pocas veces actuamos así! Decimos que
evangelizar es muy difícil y además no estamos dispuestos a actuar con
astucia. De esta manera a pocos llegará el mensaje del Evangelio.
La evangelización también requiere realismo y sobre todo confianza en
Dios. Dificultades no van a faltar, pero el Espíritu de Dios nunca falla
y es más fuerte que cualquier dificultad.
¿Sientes que has sido enviado a evangelizar? ¿Cómo respondes a la
llamada de Cristo? ¿Qué te dice Dios a través de este evangelio? ¿Qué le
dices?
¡Salid, amigos y amigas!
Marchad sin miedo.
Vosotros sois mis testigos en medio del mundo.
¡Salid, amigos y amigas!
Marchad sin miedo.
Sed expresión de la ternura del Dios de la vida.
Ternura en vuestro rostro,
ternura en vuestros ojos,
ternura en vuestra sonrisa,
ternura en vuestras palabras,
ternura en vuestras obras,
ternura en vuestra lucha.
¡Salid, amigos y amigas!
Marchad sin miedo.
Os esperan fuera ciudadanos y vecinos.
Vosotros sois mis manos
para construir un mundo nuevo
de fraternidad, libertad y justicia.
Vosotros sois mis labios
para anunciar a pobres y marginados
la buena noticia de la libertad y la abundancia.
Vosotros sois mis pies
para acudir al lado de las personas
que necesitan gestos de ánimo y palabras de bien.
Vosotros sois mi pasión
para hacerme creíble en vuestras casas y ciudades
y lograr que niños y adultos vivan como hermanos.
Vosotros sois mi avanzadilla
para lograr la primavera del Reino
y ofrecer las primicias a los que más lo necesitan.
¡Salid, amigos y amigas!
Marchad sin miedo.
Derramad por doquier ternura y vida.
¡Salid, amigos y amigas!
Marchad sin miedo.
Mirad toda esa multitud que os espera.
Marchad con alegría.
¡Yo os acompaño todos los días!
Florentino Ulibarri
4. Termino la oración
Doy gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...
Le pido que me ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio
Me despido rezando el Padre Nuestro u otra oración espontánea o ya hecha.