Jueves de la 16ª semana del t.o.
1. Abro el corazón a Dios.
Puede servir la repetición de alguna oración breve:
"Gracias Señor porque estás siempre a mi lado",
"Ayúdame a sentir tu cercanía",
"Quiero estar contigo, Jesús".
2. Lectura del Evangelio. Escucho.
San Mateo 13, 10-17
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los discípulos y le preguntaron:
¿Por qué les hablas en parábolas? El les contestó: A vosotros se os ha
concedido conocer los secretos del Reino de los Cielos y a ellos no.
Porque al que tiene se le dará y tendrá de sobra, y al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene.
Por eso les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender.
Así se cumplirá en ellos la profecía de Isaías: «Oiréis con los oídos
sin entender; miraréis con los ojos sin ver; porque está embotado el
corazón de este pueblo, son duros de oído, han cerrado los ojos; para no
ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni entender con el corazón, ni
convertirse para que yo los cure».
Dichosos vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen.
Os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis vosotros y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron.
3. Reflexiono y rezo. Respondo.
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?
Damos gracias a Dios porque se nos ha concedido el don de escuchar y
comprender poco a poco la Palabra de Dios. No tenemos más méritos que
otros. La fe es un don.
Este don no supone para nosotros un privilegio, sino una
responsabilidad. El don que hemos recibido no ha de servir sólo para
nuestro enriquecimiento personal. Hemos sido agraciados para que la
Gracia llegue a otros; hemos sido amados, para que el Amor llegue a
otros; hemos sido ungidos, fortalecidos, para que el Espíritu fortalezca
a otros.
Pedimos al Señor que nos abra el entendimiento para comprenderle, para
acoger su palabra y su amor, como a los discípulos camino de Emaús:
Quédate, Señor, que se hace ya tarde,
que el camino es largo y el cansancio grande.
Quédate a decirnos tus vivas palabras
que aquietan la mente y encienden el alma.
Mantén en ascuas nuestro corazón torpe,
disipa nuestras dudas y temores.
Míranos con tus ojos de luz y vida,
devuélvenos la ilusión perdida.
Lava las heridas de estos pies cansados;
despiértanos vida con gestos humanos.
Quédate y límpianos rostro y entrañas;
quema esta tristeza, danos esperanza.
Quédate, Señor, comparte nuestras viandas
y muéstranos, paciente, tus enseñanzas.
Pártenos el pan de tu compañía;
ábrenos los ojos de la fe dormida.
De tus palabras cuelga lo que buscamos,
lo hemos visto caminando a tu lado.
Quédate y renueva valores y sueños;
danos tu alegría y tu paz de nuevo.
Condúcenos siempre al mundo, a la vida,
para ver tu rostro en rostros cada día.
Quédate, Señor, que se hace ya tarde,
que el camino es largo y el cansancio grande.
Florentino Ulibarri.
4. Termino la oración
Doy gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...
Le pido que me ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio
Me despido rezando el Padre Nuestro u otra oración espontánea o ya hecha.
jueves, 21 de julio de 2022
Jueves, 21 de julio de 2022
miércoles, 20 de julio de 2022
Miércoles, 20 de julio de 2022
Miércoles de la 16ª semana del t.o.
1. Abro el corazón a Dios.
Puede servir la repetición de alguna oración breve:
"Gracias Señor porque estás siempre a mi lado",
"Ayúdame a sentir tu cercanía",
"Quiero estar contigo, Jesús".
2. Lectura del Evangelio. Escucho.
San Mateo 13, 1-9
Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto
al lago. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se
sentó, y la gente se quedó de pie en la orilla.
Les habló mucho rato
en parábolas: Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al
borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron.
Otro poco
cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra
no era profunda, brotó de seguida; pero, en cuanto salió el sol, se
abrasó y por falta de raíz se secó.
Otro poco cayó entre zarzas, que crecieron y lo ahogaron.
El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento; otros, sesenta; otros, treinta.
El que tenga oídos que oiga."
3. Reflexiono y rezo. Respondo.
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?
Salió Jesús de su casa, salió de la casa del Padre para encontrarse con
la humanidad, con nosotros. En la oración, Dios toma siempre la
iniciativa. Podríamos decir que Dios nos reza, nos llama, antes que
nosotros le respondamos. La oración es don de Dios.
“Señor, gracias por acercarte a mí. Gracias por poder orar”
Y
la gente acudió. Dios se acerca, pero también nosotros tenemos que
acercarnos, tenemos que salir de nuestra casa, de nuestras tareas
cotidianas, incluso de los lugares habituales para encontrarnos con
Jesús. La oración es tarea nuestra.
“Señor, perdona y cura nuestra pereza para rezar”
“Danos fuerza para salir a tu encuentro cada día”
Les
hablaba en parábolas, con sencillez, con ejemplos que pudieran
entender, acomodándose a su forma de ser... También nosotros estamos
llamados a anunciar el evangelio con un lenguaje apropiado, que pueda
ser comprendido.
“Señor danos sabiduría para proclamar el Evangelio”
Siembra,
lo importante es sembrar
-poco, mucho, todo -
el grano de la esperanza.
Siembra tu alegría,
para que resplandezca
a tu alrededor.
Siembra tu energía,
para enfrentar con fortaleza
las batallas de la vida.
Siembra tu coraje,
para alentar el coraje
de los otros.
Siembra tu entusiasmo,
tu fe o tu amor.
Siembra las cosas mínimas,
aquello que parece no contar.
Siembra y ten confianza:
cada grano enriquecerá
un rinconcito de la tierra.
4. Termino la oración
Doy gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...
Le pido que me ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio
Me despido rezando el Padre Nuestro u otra oración espontánea o ya hecha.
martes, 19 de julio de 2022
Martes, 19 de julio de 2022
Martes de la 16ª semana del t.o.
1. Abro el corazón a Dios.
Puede servir la repetición de alguna oración breve:
"Gracias Señor porque estás siempre a mi lado",
"Ayúdame a sentir tu cercanía",
"Quiero estar contigo, Jesús".
2. Lectura del Evangelio. Escucho.
San Mateo 12, 46-50
En aquel tiempo, estaba Jesús hablando a la
gente, cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera, tratando de
hablan con él. Uno se lo avisó: Oye, tu madre y tus hermanos están fuera
y quieren hablar contigo."
Pero él contestó al que le avisaba: ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?"
Y,
señalando con la mano a los discípulos, dijo: Éstos son mi madre y mis
hermanos. El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, ése es mi
hermano, y mi hermana, y mi madre."
3. Reflexiono y rezo. Respondo.
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?
Jesús amaba con todo el corazón a su madre y a los suyos. Sin embargo,
nunca se deja encerrar en los muros de la familia. Jesús tiene una
familia más amplia, abierta a todos.
“Señor no dejes que nuestras familias, nuestras comunidades
y nuestros grupos se encierren en sí mismos.
Concédenos amar como tú a los más cercanos
y a los que no son de nuestra sangre”.
Para
formar parte de la familia de Jesús es preciso cumplir la voluntad del
Padre. María fue la criatura que mejor cumplió la voluntad del Padre,
por eso es de la familia de Jesús por partida doble: por ser la mujer
que lo acogió en sus entrañas y lo dio a luz y por vivir siempre de
acuerdo con la Palabra del Padre.
“Gracias Jesús por acogerme en tu familia”
“Virgen María, enséñame a cumplir la voluntad del Padre”
Quiero ser dueño de mi camino y vida,
no renunciar a la libertad alcanzada,
gozar de tantas cosas buenas,
entregarme a los míos,
y tener esa serena paz del deber bien cumplido.
Pero también puedo ser... discípulo.
Puedo cargar con mi cruz, quizá con la tuya;
también complicarme la vida
y complicársela a otros con osadía,
hablar de la buena noticia
y soñar nuevas utopías.
Pero también puedo ser... discípulo.
Anhelo hacer proyectos,
proyectos vivos y sólidos
para un futuro solidario;
deseo ser eficaz, acertar,
dar en el clavo y ayudar.
Pero también puedo ser... discípulo.
Soy capaz de pararme y deliberar,
escuchar, contrastar y discernir;
a veces, me refugio en lo sensato,
otras, lanzo las campanas al vuelo
y parece que rompo moldes y modelo.
Pero también puedo ser...discípulo.
No siempre acabo lo que emprendo;
otras arriesgo y no acierto,
o me detengo haciendo juegos de equilibrio;
me gusta apuntarme a todo
y dejar las puertas abiertas, por si acaso.
Me asusta tu oferta, consejos y preguntas....
Pero también puedo ser...discípulo.
Podría seguir así,
tirando más o menos como hasta ahora:
manteniendo el equilibrio prudentemente,
justificando mis opciones dignas,
diciendo sí cuando todo es a medias,
dejándome llevar por la corriente,
buscando seguridad en meras insinuaciones...
Pero también puedo ser...discípulo.
Florentino Ulibarri
4. Termino la oración
Doy gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...
Le pido que me ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio
Me despido rezando el Padre Nuestro u otra oración espontánea o ya hecha.
lunes, 18 de julio de 2022
Lunes, 18 de julio de 2022
Lunes de la 16ª semana del t.o.
1. Abro el corazón a Dios.
Puede servir la repetición de alguna oración breve:
"Gracias Señor porque estás siempre a mi lado",
"Ayúdame a sentir tu cercanía",
"Quiero estar contigo, Jesús".
2. Lectura del Evangelio. Escucho.
San Mateo 12, 38-42
En aquel tiempo, algunos de los escribas y fariseos dijeron a Jesús: Maestro, queremos ver un signo tuyo."
Él
les contestó: -Esta generación perversa y adúltera exige un signo; pero
no se le dará mas signo que el de Jonás. Tres días y tres noches estuvo
Jonás en el vientre del cetáceo; pues tres días y tres noches estará el
Hijo del hombre en el seno de la tierra.
Cuando juzguen a esta
generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que la condenen,
porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno
que es más que Jonás.
Cuando juzguen a esta generación, la reina del
Sur se levantará y hará que la condenen, porque ella vino desde los
confines de la tierra, para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay
uno que es más que Salomón."
3. Reflexiono y rezo. Respondo.
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?
Jesús esta “harto” de curar toda clase de dolencias y llegan los fariseos y escribas y le piden ver un signo.
A
veces pensamos y actuamos de la misma manera. Dios ha hecho mucho por
nosotros, nos ha salvado de muchos peligros, nos ha resucitado de muchas
“muertes”. Pero nunca estamos conformes. Nos gustaría ver algo más.
“Señor gracias por las maravillas que salen de tus manos,
enséñanos a descubrirlas y a agradecerlas.
Fortalece nuestra fe en ti”.
Los ninivitas se convirtieron por la palabra de Jonás. Jesús es mucho más que Jonás y nos llama a la conversión
¿Vas descubriendo los caminos de conversión que Jesús te señala? ¿Cómo los sigues? ¿Qué dices a Dios?
Bendito seas, Padre,
por este tiempo tan oportuno,
para la conversión y el encuentro,
que tú concedes gratis
a todos tus hijos e hijas
que andamos desorientados o perdidos
por los caminos de la vida.
Bendito seas, Padre,
porque llamas a cada hombre y mujer,
sea cual sea su historia y vida,
a emprender cada día,
de manera más personal y consciente,
su compromiso de seguir a Jesús,
tu Hijo y nuestro hermano.
Bendito seas, Padre,
por despertamos de nuestros dulces sueños,
tan vaporosos e infecundos,
por interpelarnos en lo radical de la vida,
por liberarnos de nuestras falsas seguridades,
por poner al descubierto nuestros ídolos secretos
que tanto defendemos e intentamos justificar.
Bendito seas, Padre,
porque nos das tu Espíritu,
el único que puede convertimos,
el único que puede atravesar nuestros pensamientos,
el único que puede darnos un corazón de hijos,
el único que puede guiarnos por la senda del Evangelio,
el único que hace posible nuestra vuelta a tu seno.
¡Bendito seas, Padre,
por este tiempo tan propicio!
Florentino Ulibarri
La
Reina del Sur fue a Jerusalén desde los confines del mundo para
escuchar la sabiduría de Salomón. Jesús es mucho más que Salomón.
¿Qué haces y que podrías hacer para conocer y vivir la sabiduría de Jesús? ¿Qué te dice Dios? ¿Qué le dices?
4. Termino la oración
Doy gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...
Le pido que me ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio
Me despido rezando el Padre Nuestro u otra oración espontánea o ya hecha.
domingo, 17 de julio de 2022
Domingo, 17 de julio de 2022
Domingo de la 16ª semana del t.o. C
1. Abro el corazón a Dios.
Puede servir la repetición de alguna oración breve:
"Gracias Señor porque estás siempre a mi lado",
"Ayúdame a sentir tu cercanía",
"Quiero estar contigo, Jesús".
2. Lectura del Evangelio. Escucho.
San Lucas 10, 38-42
En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.
Ésta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
Y
Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se
paró y dijo: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola
con el servicio? Dile que me eche una mano."
Pero el Señor le
contestó: "Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas;
sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la
quitarán."
3. Reflexiono y rezo. Respondo.
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?
Andas inquieta y nerviosa con tantas cosas. Es cierto. A veces perdemos
los papeles y nos convertimos en esclavos de la actividad. El mismo
Señor que nos llama tantas veces a socorrer al tirado en el borde del
camino, que nos envía a curar y a anunciar el Evangelio, nos invita a
seguir el ejemplo de María, a disfrutar de su presencia y de su palabra.
Si supiéramos pararnos de vez en cuando para estar con el Señor... ¡cómo cambiaría nuestra vida!
En
cierta ocasión preguntaron a la Madre Teresa de Calcuta que hacía
cuando tenía muchísimo trabajo y contestó convencida: “rezar más”.
El
que reza bien tiene más fuerza, más alegría, más amor, más voluntad
para trabajar para los demás. Acción y oración no se contradicen. Y si
se contradicen es que no rezamos bien o nuestro compromiso está
desenfocado.
¿Cómo lo vives? ¿Qué te dice Dios? ¿Qué le dices?
Señor Jesús, como a María,
enséñame a sentarme a tus pies para escuchar tu palabra.
Dame aquella auténtica sabiduría
que busca tu voluntad mediante la plegaria
y la meditación, a través del contacto directo contigo,
más que por razonamientos mentales o por la lectura de muchos libros.
Concédeme la gracia de distinguir tu voz de la de los extraños;
concédeme la gracia de dejarme guiar por ella
y de buscarla ante todo como una realidad superior a mí mismo.
Respóndeme mediante la conciencia
cuando te adoro y confío en tu grandeza,
que llega mucho más allá de lo que yo puedo entender.
Cardenal John Henry Newman
4. Termino la oración
Doy gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...
Le pido que me ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio
Me despido rezando el Padre Nuestro u otra oración espontánea o ya hecha.
sábado, 16 de julio de 2022
Sábado, 16 de julio de 2022
Sábado de la 15ª semana del t.o.
1. Abro el corazón a Dios.
Puede servir la repetición de alguna oración breve:
"Gracias Señor porque estás siempre a mi lado",
"Ayúdame a sentir tu cercanía",
"Quiero estar contigo, Jesús".
2. Lectura del Evangelio. Escucho.
San Mateo 12, 14-21
En aquel tiempo, los fariseos, al salir, planearon el modo de acabar con
Jesús. Pero Jesús se enteró, se marchó de allí y muchos le siguieron.
El los curó a todos, mandándoles que no lo descubrieran. Así se cumplió
lo que dijo el profeta Isaías: "Mirad a mi siervo, mi elegido, mi amado,
mi predilecto. Sobre él he puesto mi espíritu para que anuncie el
derecho a las naciones. No porfiará, no gritará, no voceará por las
calles. La caña cascada no la quebrará, el pabilo vacilante no lo
apagará, hasta implantar el derecho; en su nombre esperarán las
naciones".
3. Reflexiono y rezo. Respondo.
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?
Jesús es el Siervo, que hace la voluntad del Padre, el Elegido para
llevar la salvación de Dios a toda la humanidad, el Amado con un amor de
predilección. Imagina por un momento cómo es la relación de Jesús con
su Padre, imagina el amor que siente el Padre por su Hijo y el Padre por
el Hijo. Pues bien, Dios Padre te ama a ti de la misma manera.
¿Qué le dices a Dios?
El estilo de Jesús lo describe siglos antes el profeta Isaías:
- No porfiará, no gritará, no voceará por las calles. Es el hombre del
amor discreto, casi escondido. No obligará a nadie a seguir su palabra.
Su arma fundamental es la misericordia, nunca la violencia.
- La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará. Ha
venido más bien a fortalecer a los débiles, a alimentar a los
hambrientos con su propio cuerpo... Cuenta con los que no cuentan para
nadie.
- No se cansará hasta que el derecho reine en la humanidad, hasta que la justicia brille en lo más alto.
- Ha venido para levantar las esperanzas derrotas, para ser esperanza del mundo.
“Gracias Señor por tratarme siempre con ternura,
porque respetas y ensanchas mi libertad,
por contar con mi vida, pobre ya a veces casi apagada,
Dame la fuerza de tu Espíritu
para luchar contigo por la justicia
y levantar la esperanza del mundo”
Jesús, Tú eres el amor discreto, casi escondido. No obligas a nadie a seguir tu camino. Tu arma nunca es la violencia. Tu fuerza es el amor que sirve y da la vida.
Señor, gracias por tratarme siempre con ternura, porque respetas y ensanchas mi libertad, por contar con mi vida, pobre y a veces casi apagada o quebrada. Gracias, Dios mío, porque me has formado y me sostienes, porque me miras con amor, me has cogido de la mano y me das tu Espíritu.
Que también yo sepa contar con los que no cuentan, con los débiles, los pequeños y los ignorantes, con los que viven en la tiniebla de la enfermedad, la soledad y la pobreza; para implantar un derecho nuevo y construir una sociedad nueva, en la que todos vivamos como hermanos, como hijas e hijos tuyos.
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A veces es el cuerpo,
siempre alerta
mientras duerme el alma,
el que recibe primero
tu llegada impredecible
en medio de la noche.
Has entrado sin ruido
en mi casa cerrada,
has distendido mis nudos
y has abierto el último balcón
de mis pulmones a la brisa.
Tu levedad de aurora
se ha encarnado por sorpresa.
Entonces mi espíritu despierta
y se da cuenta que has llegado.
Me dejaste tu presencia
encaminando tu visita
por mis huesos y memorias,
y ya te has ido en silencio
dejando mi ventana abierta
a todo el sol de la mañana.
Benjamín González Buelta, sj
4. Termino la oración
Doy gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...
Le pido que me ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio
Me despido rezando el Padre Nuestro u otra oración espontánea o ya hecha.
viernes, 15 de julio de 2022
Viernes, 15 de julio de 2022
Viernes de la 15ª semana del t.o.
1. Abro el corazón a Dios.
Puede servir la repetición de alguna oración breve:
"Gracias Señor porque estás siempre a mi lado",
"Ayúdame a sentir tu cercanía",
"Quiero estar contigo, Jesús".
2. Lectura del Evangelio. Escucho.
San Mateo 12, 1-8
Un sábado de aquéllos, Jesús atravesaba un sembrado; los discípulos, que
tenían hambre, empezaron a arrancar espigas y a comérselas. Los
fariseos, al verlo, le dijeron: "Mira, tus discípulos están haciendo una
cosa que no está permitida en sábado". Les replicó: "¿No habéis leído
lo que hizo David cuando él y sus hombres sintieron hambre. Entró en la
casa de Dios y comieron de los panes presentados, cosa que no les estaba
permitida ni a él ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes. ¿Y
no habéis leído en la ley que los sacerdotes pueden violar el sábado en
el templo sin incurrir en culpa? Pues os digo que aquí hay uno que es
más que el templo. Si comprendierais lo que significa "quiero
misericordia y no sacrificio", no condenaríais a los que no tienen
culpa. Porque el Hijo del hombre es señor del sábado".
3. Reflexiono y rezo. Respondo.
¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?
Los cristianos tenemos sólo un Dios. No podemos adorar a una ley, por
buena que sea. La ley nos sirve en la medida en que nos ayuda a seguir a
Jesucristo.
“A veces utilizamos la ley para atacar y no para salvar. Perdona”
“Enséñanos a cumplir la ley sin absolutizarla”
Jesús pone por encima de todo la misericordia, el amor. Si no tengo
amor, no sirve de nada la oración, el compromiso, las misas, las
reuniones. El amor da sentido a todo, el amor ha de ser como el licor
que da sabor a toda nuestra vida.
“Enséñanos a vivir en el amor, con el amor, por el amor”
“Cambia nuestra vida, llena de muchas cosas, casi vacía de amor”
“Perdona nuestra falta de misericordia”
Tú no eres Señor, un Dios impasible, no eres distante y duro con los
hombres. Tú conoces nuestra debilidad, nuestras tendencias orgullosas,
violentas y egoístas. Conoces bien todas nuestras miserias. Tú eres
misericordioso y compasivo Tú padeces y com-padeces, Tú eres compasión.
Compadécete de nosotros.
Ven, Señor, a socorrernos, y danos un
corazón nuevo, un corazón limpio y sincero, un corazón lleno de
compasión, Qué sintamos la impotencia del caído y le ayudemos a
levantarse. Qué compartamos el dolor del enfermo y le acompañemos. Qué
miremos con misericordia al que se equivoca y le enseñemos el Camino.
Qué suframos el miedo del cobarde y le animemos. Qué padezcamos la
decepción del engañado y le mostremos la Verdad. Qué comprendamos el
vacío del violento y le ayudemos a buscar la paz. Qué soportemos el
pesimismo del desilusionado y sembremos esperanza. Qué probemos la
necesidad del hambriento y le ofrezcamos pan y cariño. Qué hagamos
nuestra la rabia del golpeado y lo tratemos con dignidad.
Que nos
compadezcamos del egoísta y le amemos. Acompáñanos con la presencia de
tu Espíritu, y quédate con nosotros, dulce huésped, o métenos dentro de
tu inmenso Corazón. Amén.
4. Termino la oración
Doy gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...
Le pido que me ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio
Me despido rezando el Padre Nuestro u otra oración espontánea o ya hecha.